Este año la campaña del Corpus Christi 2016 lleva como lema: “Un pequeño gesto, una gran ayuda”. También en la rueda de prensa, se ha hecho balance de las personas ayudadas tanto por las Cáritas parroquiales como desde los servicios generales de Cáritas Diocesana.
En la mañana del 17 de mayo, se ha presentado en rueda de prensa, la campaña del Corpus Christi 2016 que este año viene acompañada por el lema: “Un pequeño gesto, una gran ayuda”. Una frase que recoge las palabras del Papa Francisco y que se enmarca en el Año Jubilar de la Misericordia, según ha explicado Manuel María Hinojosa, Delegado Diocesano de Cáritas.
En este sentido, el Delegado ha afirmado que “para Cáritas, vivir y poner en práctica la misericordia, brota de su misma identidad y esencia” y de ahí que esta ésta sea una ocasión propicia para agradecer a los más de 1700 voluntarios, de un total de 167 parroquias, la labor que realizan por los más necesitados.
A continuación, Salvador Ruiz, Secretario General de Cáritas, ha informado sobre el balance asistencial en el año 2015. En total desde las Cáritas parroquiales se han atendido a unas 120.000 personas y desde los servicios generales de Cáritas Diocesana se han ayudado a otras 8.253 personas. Asimismo, Salvador Ruiz ha manifestado la apuesta de Cáritas por el empleo puesto que en el pasado año se pudo contratar a un total de 172 personas en situación de exclusión social, tanto desde los proyectos de Cáritas Diocesana como desde la empresa de inserción laboral Solemccor.
De otro lado, respecto a la campaña de este año, el Secretario General ha destacado también la necesidad de denunciar la transmisión intergeneracional de la pobreza, donde “la infancia es la que más sufre”, ha afirmado. A pesar de ello, el perfil de las personas que acuden a Cáritas sigue siendo mayoritariamente femenino, en un 75%, así como de personas desempleadas de larga duración y que no reciben ningún tipo de prestación económica.
Finalmente, también se ha informado acerca de la labor de cooperación internacional que Cáritas Diocesana continúa llevando a cabo en países como Tánger, Jerusalén, y Moyobamba (Perú), además de las ayudas a emergencias por ejemplo a Siria y Oriente Medio, Ucrania, Nepal, Ecuador o el Sahel.