El día 13 de junio, festividad de San Antonio de Padua, nos reunimos un grupo de personas procedentes de diferentes Cáritas parroquiales respondiendo a la invitación de Cáritas Diocesana a reflexionar sobre los alimentos , su reparto, su repercusión dentro de la dinámica de la Cáritas parroquial, etc.
Esta invitación es un primer paso para ir articulando un proceso de reflexión lo más compartida y participativa posible, donde vayamos intentando tomar conciencia de si lo que estamos haciendo desde nuestras Cáritas responde verdaderamente a la misión que tenemos.
Y surge porque vamos constatando una realidad y es que la inmensa mayoría de las Cáritas parroquiales se dedican única y exclusivamente al reparto de alimentos desde una mirada asistencialista que debemos ir cambiando para caminar hacia la promoción, la formación, el acceso a los derechos universales, etc.
Comenzamos pues esta andadura y damos gracias a las personas que se han sumado a esta llamada y pedimos al Señor que nos acompañe, que nos ilumine el camino, y que no perdamos la perspectiva de que todo lo que hacemos lo hacemos en su Nombre.