Como va siendo tradición, en la Casa de Acogida madre del Redentor, al llegar la época estival, hemos celebrado nuestra convivencia de fin de curso, aprovechando para homenajear y poner en valor la labor de las personas voluntarias del programa de personas sin hogar.
Este año los/as residentes de la casa han organizado el acto decorando nuestro patio y realizando un diploma que se ha entregado a las personas asistentes en el que rezaba “Por vuestro afán incansable de mostrar la verdadera fe cristiana”.
Ha sido un momento verdaderamente emotivo y festivo que culminó con un picnic al aire libre compartido.
Agradecer nuevamente vuestra labor, cariño y dedicación y la de las personas residentes de la casa de acogida que han hecho de este acto un momento de encuentro verdadero y un espacio de reconocimiento mutuo y verdadero.