En un día como hoy se hace necesario dedicar una reflexión acerca de las mujeres y su valor social.
No podemos abarcar todos los ámbitos en los que el papel activo de la mujer resulta crucial y nos engrandece; nos limitamos, por tanto, a las actuaciones en que su labor se imbrica con nuestros objetivos y razones de ser. Ciñéndonos a lo laboral, procede hablar del “trabajo de cuidados” que tradicionalmente es ocupado por mujeres y que definimos como aquel que incluye una componente afectiva y relacional: el cuidar de otros/as, atender a sus necesidades personales materiales e inmateriales. Esta labor, tan infravalorada como fundamental en nuestras estructuras sociales, tiene una vertiente transformadora y que lucha por su visibilización, por entender que trabajo no es sólo aquel que se remunera y que sin cuidados, sin esa prestación de ayuda y apoyo a quienes no pueden valerse por sí solos, seríamos una sociedad vacía y carente de futuro.
Desde Cáritas Diocesana Córdoba, incluimos entre nuestros proyectos de intervención social el Programa de Mujeres, que consiste en atender y formar a quienes de entre ellas tienen menos recursos, para convertirlas en profesionales cualificadas en el desempeño de trabajos de Ayuda a domicilio y Gerocultoras, y que, posteriormente, incluimos como trabajadoras en nuestros servicios gratuitos de atención. Dotamos a mujeres sin recursos de los necesarios para afrontar sus dificultades socioeconómicas y laborales, devolvemos su esfuerzo y valor a la sociedad, porque creemos en una sociedad justa e inclusiva que cuente con todos para seguir creciendo.
En Cáritas, pensamos que colocando en un sitio preeminente el cuidado y la atención por el otro, estamos aportando ideas sobre cómo es el mundo que queremos, ese que ha de reinventarse con otras formas de organización social más justas y equilibradas. Nuestras creencias hunden sus raíces en la solidaridad entre los pueblos, en la ayuda mutua, en el amor al prójimo, en la fraternidad, en la atención de quienes más sufren, en resumen, en la misericordia. Ayudándolas nos ayudamos. Felicidades a todas ellas que nos han dado tanto.