Mantener el hogar con una temperatura razonable, para dar una vida digna a los hijos, es un lujo que muchas familias no se pueden permitir desde que la crisis se instaló en nuestras vidas hace unos años. Este es un problema que afecta a muchas familias en una ciudad como la nuestra de inviernos fríos y veranos extremadamente calurosos. Esta situación denominada “pobreza energética”, levanta un muro divisorio entre ciudadanos de primera y de segunda categoría.
Caritas atiende a las familias que se encuentran en riesgo de exclusión y sufren esta pobreza energética, para aliviar los gastos mediante ayudas para alimentos, ropa y abrigo y por supuesto a través de la búsqueda de empleo para favorecer una oportunidad laboral que les permita obtener ingresos y normalizar y dignificar su situación familiar.
En Caritas velamos y atendemos a estas familias que se encuentran en riesgo de exclusión, facilitándoles ayudas para la alimentación, ropa, atención o incluso ayudas a la búsqueda de empleo, para que de esta manera puedan obtener ayudas que le permitan distribuir mejor sus ingresos y de esta forma poder llevar una vida digna, cuya calidad no esté previamente marcada por la imposibilidad de hacer frente a un recibo de la luz.