Construir un barrio no sólo depende del hecho físico de levantar bloques y bloques de viviendas de la materialidad de los bloques, sino que para dotarlo de coherencia y vecindad hay que contar con las estructuras y servicios educativos, culturales, sociales, deportivas y religiosas que garanticen el bienestar de todos.
La parroquia suele ser un canalizador para reunir y aglutinar a todos los vecinos que, recién llegados, buscan un lugar donde relacionarse con los demás, y los que ya son parte consolidada del barrio, proponen y realizan actividades relacionadas con la mejora de la vida del lugar, con acciones que pueden o no estar ligadas a la religiosidad. La iglesia de barrio es el pegamento de sus habitantes, el referente donde buscar cuando se necesita algo.
La labor, por tanto de Cáritas Parroquial es tan importante que no queríamos dejar pasar la oportunidad de recordarla en esta nota: las acciones que Cáritas desempeña dentro de las parroquias tienen, sobre todo, valor e importancia como consolidadoras de solidaridad. La Parroquia genera comunidad cercana, acogedora y solidaria, es capaz de transformar la sociedad partiendo de un pequeño núcleo comunitario y mediante su acción evangelizadora. Tu barrio empieza en tu Parroquia.