Cuando compartimos, cuando nos entregamos, cuando somos solidarios, a veces sólo nos despojamos de lo que nos sobra. Por nuestros principios, es nuestra obligación compartir no sólo lo que no nos sobra, sino en ocasiones, también aquello que además necesitamos para vivir. Ese esfuerzo es el que nos define como lo que somos y da sentido a la caridad que nos identifica. Por eso a veces debemos ser el ejemplo a seguir donando eso que nos hace humanos: nuestros órganos, nuestra sangre, médula… ese trocito de nuestro ser que puede servir para alargar la vida de alguien y hacérsela más plena, más digna.
En Cáritas enfocamos nuestros esfuerzos hacia las personas transplantadas y nos ocupamos de su evolución y acompañamiento, proporcionándoles un alojamiento digno y confortable tanto a pacientes como a los familiares durante el tiempo necesario hasta el alta médica. Ofrecemos la ayuda emocional y psicosocial que necesitan hasta que ese generoso trocito de alguien mejora del todo sus vidas.
Un poquito de ti puede ayudar a muchos.