En nuestro mundo las distancias han dejado de ser un obstáculo para el encuentro. Recorremos cientos de kilómetros en pocas horas y reducimos a pocos minutos las distancias kilométricas que separan los distintos puntos de nuestra ciudad. Por eso ahora es más fácil estar presente y llegar a tiempo a quien necesita de nuestra ayuda. En Cáritas, tenemos constantemente en marcha programas de atención a domicilio tanto a nivel doméstico como personal. Nuestra forma de entender el servicio y la caridad nos acerca diariamente, y tan sólo en minutos a todas las personas que no pueden valerse por si mismas. Personas a las que les resulta imposible salir a la calle o incluso todo un reto el simple hecho de ir al baño.
Nuestro objetivo es acabar con la desprotección tanto física como social de todas las personas que siente el aislamiento.
Porque las distancias ya no son un problema, en Cáritas estamos en constante movimiento para llegar a todos los rincones donde se nos necesita, a todas esas personas que sólo pueden ver el mundo desde una silla o una cama.
Luchamos contra la soledad, el aislamiento y la dependencia y recorremos las distancias para dar esperanza a las personas y soluciones a los problemas.